“No es más rico quien más tiene, sino el que menos necesita”. Este proverbio fue registrado por primera vez en la historia por San Agustín de Hipona, el cual también aseguraba, entre otras cosas, que una vida no eterna nunca sería una vida plenamente feliz, así como creía en la naturaleza soberbia del ser humano. La doctrina agustiniana fue acuñada por religiones ajenas al cristianismo, como el budismo que impera en Japón por debajo del sintoísmo, y sobre cuyos dogmas se escribe Chainsaw Man.
Los primeros datos que conocemos acerca de nuestro protagonista, Denji, son su situación familiar y socioeconómica. Un crío de quince años, huérfano, que se gana la vida matando demonios y talando árboles junto a su compañero perro-demonio Pochita, para saldar así la deuda que dejaron sus padres pendiente con la yakuza. Sin embargo, pese a vivir solo y ser pluriempleado (además de haber donado un ojo, un riñón y un testículo), el sueldo neto que gana le da, tan solo, para comer pan; pan con mermelada en los días de mayor éxito.
La vida de Denji es sencilla, pero no envidiable. No ha podido recibir la educación obligatoria, la ausencia de figuras paternas es flagrante y lo más cercano a un amigo que ha conocido es Pochita, que lleva a su lado escasos meses. Todas las noches, al llegar a casa, sueña con una vida idílica donde pudiera permitirse ser un adolescente normal, que come tres veces al día y es rechazado por la chica que le gusta. Metas pequeñas, normalizadas para todos nosotros, pero que Denji percibe como un sueño inalcanzable.
Tras ser engañado y asesinado por la yakuza, Pochita le ofrece su corazón para que este sobreviva y pueda cumplir todos sus sueños y metas, convirtiéndose en el demonio que da nombre al manga. Tras esto, y al encontrarse en un limbo entre persona y demonio, elige vivir defendiendo a los humanos de los monstruos provenientes del infierno. Así conoce a la jefa de la agencia de cazadores de demonios, Makima, que le proporciona a Denji, además de un nuevo trabajo, toda clase de “lujos”: una vivienda digna, una dieta equilibrada, ropa limpia…
No obstante, todo lo que Denji percibía como un futuro idílico y utópico se hace realidad en cuestión de horas, dejándole con un inmenso vacío que debería ocupar un propósito en la vida; algo de lo que él carecía. Su primer encuentro con Aki, superior directo y compañero de piso, le hace darse cuenta de que él no tenía ninguna razón para estar allí, para luchar contra los demonios. El propio Aki buscaba algún tipo de venganza, otros ansiaban poder, la mayoría buscaban proteger a sus familias de cualquier mal. Denji no tenía a nadie a quien odiar o a quien proteger; su único amigo ya no estaba. Pochita había decidido devolverle a Denji para verle cumplir sus sueños, pero su ausencia física era lo que más dañaba a su nuevo corazón.
En ese momento, este decide hacer lo que cualquier chico de quince años habría hecho. Buscar a su primer amor, su primer beso, perder la virginidad. Siendo plenamente consciente de que sus metas no estaban a la altura de los serios deseos de sus compañeros, Denji encuentra una razón por la que seguir viviendo; una razón con nombre propio: Makima, que le promete cumplir cualquier deseo que este quiera si mata al Demonio Arma; deseo en forma de sexo por elección propia de Denji, conocido a partir de ahora como Chainsaw Man.
Por último, la división experimental de la agencia la completa Power, un demonio que se encuentra en un limbo similar al de Denji, pese a que su naturaleza no esté dividida. Power es un personaje que no se siente identificado por ningún bando y odia a humanos y demonios por igual. Tan solo sigue instintos, y sus sentimientos pertenecen únicamente a su gata Meowy de una forma similar a lo que Pochita supone para su demoníaco compañero.
Tras la primera misión y conocer a Himeno, superior y única amiga de Aki, y a Kobeni, una chica cuyas únicas opciones laborales eran la caza de demonios o la prostitución, para así poder ayudar a sus padres a pagar la universidad de su hermano, la vida de Denji mejora radicalmente. Al haber crecido sin familia, el adolescente de la motosierra empieza a sentir familiaridad con Aki y Power, sus nuevos compañeros de piso que asumen los roles de hermano mayor y hermana pequeña.
No obstante, tras una cena de trabajo donde Denji recibe su primer beso directamente de una alcoholizada Himeno, rechaza la posibilidad de tener sexo con ella porque quiere que Makima sea su primera vez. El chico que hace unos meses buscaba desesperadamente una chica con la que estar, ahora se reserva para el que considera el amor de su vida. Al día siguiente, Himeno le confiesa a Denji su amor por Aki y le ofrece ayuda para conquistar a Makima.
Una ayuda que nunca llegaría a buen puerto, pues ese mismo día Himeno, al igual que otros miembros de la agencia, son asesinados brutalmente. Aki sobrevive gracias al uso de su katana en un desesperado intento de salvar a su superiora, un arma que reduce su esperanza de vida cada vez que la utiliza. A pesar de la noticia de que le quedan dos escasos meses, su única respuesta es romper a llorar por miedo a no poder vengar a la única persona a la que realmente ha amado, hasta el punto de dejar de fumar porque era ella la que siempre le ofrecía fuego. Sin embargo, no está solo. Power y Denji actúan como verdaderos hermanos y, lejos de ser compañeros de piso problemáticos, cuidan y ayudan a Aki de todas las maneras posibles.
En contraposición, Denji llevó el duelo a un terreno más personal. Si bien es cierto que no era cercano a los fallecidos y que su dolor no iba a ser tan profundo como el de Aki, le consternaba no sentir nada respecto a lo sucedido. Todo a su alrededor le resultaba indiferente, y empezaba a pensar que su transformación de demonio se había llevado su corazón junto a su humanidad. Es entonces cuando Makima lleva a este a un paseo y al cine, donde ambos acaban llorando por una película. Desde ese momento, Denji aclara dos cosas sobre sí mismo: aún está vivo y puede sentir, y había decidido pedirle salir a Makima cuando acabara con el Demonio Arma.
En ese momento, Power y Denji se reúnen con el capitán Kishibe, quien asegura que la única forma de evitar la muerte no es el poder o la valentía, sino la locura. Que la razón por la que Himeno y el resto de sus compañeros habían muerto era, sin duda, por estar demasiado cuerdos. Un día de vuelta a casa, Denji conoce a Reze, una chica normal y más bien tímida que trabaja en una cafetería y con la que intercambia algunas palabras.
Tras eso, el adolescente demonio empieza a visitar diariamente la cafetería donde trabaja ella, solo para verla y hablar. Poco a poco, empiezan a hacer planes juntos y él comienza a entender que se está enamorando de ella, lo que resulta en una encrucijada de sentimientos entre Reze y Makima.
Nada más lejos de la realidad, Reze resulta ser otro demonio en busca del corazón del Chainsaw Man, que finge toda su relación con Denji solo para poder acercarse a él lo suficiente como para poder matarlo sin que este sospeche. Antes de ser derrotada por su falso amor, este le asegura que hasta ella misma había empezado a sentir algo, pues le había enseñado a nadar pese a que ella, el Demonio Bomba, odiara el agua.
Después de su primer desengaño amoroso, Denji es reconocido por los medios como Chainsaw Man y admirado por todos los ciudadanos como un demonio bueno. Esto le hace sentirse, por primera vez, reconocido y orgulloso de sí mismo, aunque le involucra en una matanza a gran escala (de la que Aki pretende rehuir como capitán de la unidad para proteger a Denji y Power) donde los demonios más letales van en su busca. Tras una ardua batalla que acaba en el mismísimo infierno, Power desarrolla un miedo derivado del trauma vivido. De esta manera, Denji rechaza un viaje a solas con Makima para poder quedarse en casa cuidando a su hermana de pega, al igual que ambos hicieron cuando Aki se sumió en la desesperación tras perder a Himeno.
Por su lado, Aki, ya casi recuperado, lidia con Angel, un demonio que reduce la esperanza de vida de aquel a quién toca, convirtiéndole en arma cuando su objetivo perece (como la katana del propio Aki). Angel es un demonio que ha estado rodeado de dolor y sufrimiento toda su vida, y quien odia sus poderes hasta el punto de desear morir. No obstante, Aki, cansado de ver morir a todos a su alrededor, trata de mostrarle la belleza de la vida, así como él hace tras la muerte de Himeno, hasta el punto de agarrar a Angel para salvarle la vida en una misión a sabiendas de que eso reduciría aún más su longevidad.
El hecho de que Denji priorice a su nueva familia hace enfurecer a Makima, la cual revela su verdadera naturaleza. El Demonio Control que busca sin descanso despertar el carácter original y sanguinolento de Chainsaw Man. Para ello, mata a Angel y convierte a Aki en el Demonio Arma, enviándolo a por Denji. Tras una dura pelea en la que su propio amigo le suplica que le mate mientras recuerda sus últimos momentos familiares, Denji cae en una profunda depresión. Por fin ha conseguido lo que tanto ansiaba: matar al Demonio Arma. Ahora podría pedirle a Makima su deseo, ignorando completamente la verdadera naturaleza de esta.
El día de su cumpleaños, Denji visita a Makima y expresa su anhelo: convertirse en su esclavo. Harto del dolor y de ver a sus compañeros morir, decide acatar órdenes sin preguntar, para así no tener que volver a sufrir las consecuencias de su naturaleza. Es entonces cuando Makima, utilizando como excusa una fiesta sorpresa para Denji, llama a Power a su apartamento, dejándola moribunda delante de los ojos del Chainsaw Man. Con todo el mundo que representaba algo importante para él fuera de combate, decide explicarle qué había ocurrido realmente. Le había ofrecido a Denji una vida idílica y perfecta para poder arrebatársela de golpe y sumirle en la más profunda desesperación. Además, ahonda en su psique y le hace recordar que fue el propio Denji el que asesinó a su padre, un borracho que le hubiera matado el día menos pensado.
En ese momento, Denji enloquece y, a pesar de ser malherido por Makima, consigue recuperarse con el sacrificio de Power y sus últimos litros de sangre. Tras asesinar a la que un día fue su amada, Denji rompe a llorar y se arrepiente de todo. Si nunca hubiera vivido lo que significada tener una familia, amigos o enamorarse, jamás habría descubierto lo que supone perderlos. Recuerda a Aki y comprende, por fin, qué sintió cuando perdió a Himeno: exactamente lo mismo que Denji siente al perderle a él y a Power, una demonio que aseguraba solo amar a su gato, pero que se sacrificó por su hermano en el último momento.
Así como el Demonio Motosierra revivió en Pochita, el Demonio Control hace lo propio reencarnándose en un nuevo humano. Su antiguo capitán, Kishibe, le confía a la pequeña que lleva el poder de Makima, para que Denji la cuide y la mantenga alejada del poder político. Entonces, Pochita revela en el interior de su corazón cuál era su sueño: ser abrazado por alguien. Por ello, le pide a Denji que, tal y como ellos desearon una vez, abrazara a aquella pequeña asustada y le diera la vida que ellos dos siempre aspiraron a tener pero nunca consiguieron alcanzar.
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